| Elemento | |
|---|---|
65TbTerbio158.9253522
8 18 27 8 2 |
|
| Propiedades básicas | |
|---|---|
| Número atómico | 65 |
| Peso atómico | 158.925352 amu |
| Familia de elementos | N/A |
| Período | 6 |
| Grupo | 2 |
| Bloquear | s-block |
| año de descubrimiento | 1843 |
| Distribución de isótopos |
|---|
159Tb 100% |
| Propiedades físicas | |
|---|---|
| Densidad | 8.229 g/cm3 (STP) |
H (H) 8.988E-5 Meitnerio (Mt) 28 | |
| Fusión | 1357 °C |
Helio (He) -272.2 Carbón (C) 3675 | |
| Ebullición | 3041 °C |
Helio (He) -268.9 Tungsteno (W) 5927 | |
| Propiedades químicas | |
|---|---|
| Estados de oxidación (menos común) | +3 (0, +1, +2, +4) |
| Potencial de primera ionización | 5.864 eV |
Cesio (Cs) 3.894 Helio (He) 24.587 | |
| Afinidad electrónica | 0.131 eV |
Nobelio (No) -2.33 Cl (Cl) 3.612725 | |
| Electronegatividad | 1.1 |
Cesio (Cs) 0.79 F (F) 3.98 | |
| radio atómico | |
|---|---|
| Radio covalente | 1.68 Å |
H (H) 0.32 Francio (Fr) 2.6 | |
| Radio metálico | 1.77 Å |
Berilio (Be) 1.12 Cesio (Cs) 2.65 | |
| Compuestos | ||
|---|---|---|
| Fórmula | Nombre | Estado de oxidación |
| Tb(CH3COO)3 | Acetato de terbio | +3 |
| Tb(NO3)3 | Nitrato de terbio (III) | +3 |
| Tb(OH)3 | Hidróxido de terbio (III) | +3 |
| Tb2O3 | Óxido de terbio (III) | +3 |
| TbBr3 | Bromuro de terbio (III) | +3 |
| TbCl3 | Cloruro de terbio (III) | +3 |
| TbF3 | Fluoruro de terbio (III) | +3 |
| TbI3 | Yoduro de terbio (III) | +3 |
| TbP | Fosfuro de terbio | +3 |
| TbF4 | Fluoruro de terbio (IV) | +4 |
| TbO2 | Óxido de terbio (IV) | +4 |
| TbSi2 | Siliciuro de terbio | +4 |
| Propiedades electrónicas | |
|---|---|
| Electrones por capa | 2, 8, 18, 27, 8, 2 |
| Configuración electrónica | [Xe] 4f9 |
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Modelo atómico de Bohr
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Diagrama de caja orbital
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| electrones de valencia | 11 |
| Estructura de puntos de Lewis |
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| Visualización orbital | |
|---|---|
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| Electrones | - |
Terbio (Tb): Elemento de la tabla periódica
Resumen
El terbio, un metal de tierras raras blanco plateado con número atómico 65, es el noveno miembro de la serie de los lantánidos. Este elemento exhibe propiedades luminiscentes excepcionales, especialmente su fluorescencia brillante en el estado de oxidación trivalente, que genera una emisión intensa de color amarillo limón. El terbio demuestra un comportamiento electropositivo característico, oxidándose fácilmente en condiciones ambientales y reaccionando con agua para liberar hidrógeno gaseoso. El elemento presenta dos alotropos cristalinos con transformación a 1289°C. Su configuración electrónica [Xe]4f96s2 proporciona la base para sus propiedades magnéticas, incluyendo ordenamiento ferromagnético por debajo de 219 K y comportamiento antiferromagnético helicoidal a temperaturas intermedias. Los compuestos de terbio tienen aplicaciones extensas en tecnología de fósforos, dispositivos ópticos y materiales magnetoestrictivos. El elemento fue descubierto por Carl Gustaf Mosander en 1843 mediante análisis espectroscópico de impurezas en óxido de itrio. La producción industrial utiliza técnicas de separación por intercambio iónico debido a que el terbio ocurre naturalmente exclusivamente en asociaciones minerales, no como metal nativo. Las aplicaciones actuales incluyen fósforos verdes para tecnologías de visualización, aisladores ópticos y aleaciones especializadas que exhiben propiedades magnetoestrictivas notables.
Introducción
El terbio ocupa la posición 65 en la tabla periódica, ubicado dentro del bloque f como el noveno elemento lantánido. Su posición entre el gadolinio (Z=64) y el disprosio (Z=66) lo sitúa en la región central de la serie de contracción lantánida, donde ocurren disminuciones sistemáticas en el radio iónico debido al blindaje imperfecto de la carga nuclear por los electrones 4f. La configuración electrónica [Xe]4f96s2 establece sus propiedades químicas fundamentales, con el subnivel f parcialmente lleno contribuyendo a sus características magnéticas y ópticas distintivas.
El descubrimiento y aislamiento del terbio representa un capítulo significativo en la química de tierras raras. La identificación cuidadosa de este elemento por parte de Carl Gustaf Mosander en 1843 mediante análisis de minerales que contienen itrio estableció la base para comprender la química compleja de los lantánidos medios. El nombre del elemento deriva del pueblo sueco Ytterby, compartiendo esta etimología con el itrio, erbio y iterbio, reflejando la importancia histórica de los depósitos minerales suecos en el descubrimiento de elementos de tierras raras.
Las aplicaciones contemporáneas del terbio demuestran su posición única en ciencia de materiales y tecnología. Sus propiedades luminiscentes excepcionales impulsan aplicaciones en tecnología de fósforos, mientras que sus características magnéticas permiten usos especializados en dispositivos magnetoestrictivos. La creciente demanda de iluminación eficiente y materiales magnéticos avanzados continúa expandiendo la relevancia tecnológica del terbio.
Propiedades físicas y estructura atómica
Parámetros atómicos fundamentales
El terbio exhibe número atómico 65, correspondiente a 65 protones en el núcleo y un número equivalente de electrones en el átomo neutro. La configuración electrónica [Xe]4f96s2 indica nueve electrones ocupando el subnivel 4f y dos electrones en el orbital 6s. Esta configuración resulta en un término electrónico fundamental de 6H15/2, reflejando la alta multiplicidad de spin característica de los elementos lantánidos con electrones f no apareados.
El radio atómico del terbio mide 177 pm, mientras que el radio iónico trivalente (Tb3+) es de 92,3 pm en entornos de seis coordenadas. Este radio iónico demuestra el efecto de contracción lantánida, siendo menor que el ion de gadolinio precedente (93,8 pm) y mayor que el ion de disprosio siguiente (91,2 pm). La carga nuclear efectiva experimentada por los electrones externos aumenta progresivamente a lo largo de la serie lantánida debido a la pantalla incompleta por electrones 4f.
Las energías sucesivas de ionización del terbio exhiben el patrón característico esperado para elementos lantánidos. La primera energía de ionización mide 565,8 kJ mol-1, la segunda 1110 kJ mol-1, y la tercera 2114 kJ mol-1. El aumento relativamente modesto entre la segunda y tercera energía de ionización refleja la estabilidad de la configuración Tb3+, mientras que el salto sustancial a la cuarta energía de ionización (3839 kJ mol-1) demuestra la estabilidad excepcional de la configuración semillena 4f7.
Características físicas macroscópicas
El terbio aparece como un metal blanco plateado que es maleable y dúctil, suficiente para permitir su corte con una hoja afilada. El elemento muestra estabilidad relativamente buena en aire seco comparado con los lantánidos más ligeros, aunque la oxidación ocurre fácilmente bajo condiciones húmedas. Existen dos alotropos cristalinos: la fase α adopta una estructura hexagonal compacta a temperatura ambiente, mientras que la fase β exhibe estructura cúbica centrada en el cuerpo por encima de 1289°C.
Las propiedades termodinámicas del terbio reflejan su carácter metálico y estructura electrónica. El punto de fusión mide 1356°C (1629 K), mientras que el punto de ebullición alcanza 3230°C (3503 K). La entalpía de fusión es de 10,15 kJ mol-1, y la entalpía de vaporización mide 293,2 kJ mol-1. Estos valores sitúan al terbio dentro del rango típico para metales lantánidos, aunque algo menor que los primeros lantánidos.
La densidad del terbio a temperatura ambiente es de 8,219 g cm-3, situándolo entre los elementos lantánidos más densos. Esta alta densidad resulta del empaquetamiento atómico eficiente combinado con la masa atómica sustancial (158,93 u). La capacidad calorífica específica mide 0,182 J g-1 K-1 a 25°C, reflejando los modos vibracionales disponibles en la red metálica y las contribuciones electrónicas de los electrones f no apareados.
Propiedades químicas y reactividad
Estructura electrónica y comportamiento de enlace
El comportamiento químico del terbio proviene principalmente de su configuración electrónica y la accesibilidad de múltiples estados de oxidación. El estado de oxidación más estable y común es +3, logrado mediante la pérdida de los dos electrones 6s y un electrón 4f, resultando en la configuración [Xe]4f8. Esta configuración proporciona considerable estabilidad manteniendo propiedades magnéticas a través de electrones no apareados en el subnivel f.
El terbio exhibe carácter electropositivo típico de los metales lantánidos, formando compuestos iónicos con elementos electronegativos. El enlace iónico predomina en la mayoría de los compuestos de terbio, aunque cierto grado de carácter covalente aparece en enlaces con elementos muy electronegativos o en complejos de coordinación con átomos donantes blandos. Las longitudes de enlace en compuestos de terbio reflejan el radio iónico del ion Tb3+, con distancias Tb-O típicas midiendo 2,2-2,4 Å en entornos óxidos.
La química de coordinación del terbio muestra preferencia por números de coordinación altos, típicamente 8-9 en solución acuosa e hidratos cristalinos. Este comportamiento proviene del tamaño grande del ion Tb3+ y la naturaleza principalmente electrostática de sus interacciones de enlace. Las geometrías de coordinación varían desde antiprisma cuadrado hasta prisma trigonal tricapa, dependiendo de las restricciones del ligando y los requisitos de empaquetamiento cristalino.
Propiedades electroquímicas y termodinámicas
Las propiedades electroquímicas del terbio reflejan su posición en la serie electroquímica y la estabilidad de sus diversos estados de oxidación. El potencial de reducción estándar para el par Tb3+/Tb mide -2,28 V frente al electrodo estándar de hidrógeno, indicando el carácter reductor fuerte del elemento metálico. Este valor sitúa al terbio entre los elementos más electropositivos, consistente con su oxidación rápida en ambientes acuosos.
Los valores de electronegatividad del terbio varían según la escala empleada. La electronegatividad de Pauling es 1,2, mientras que la de Mulliken mide aproximadamente 1,1. Estos valores bajos reflejan la facilidad con que el terbio pierde electrones para formar iones positivos, apoyando el carácter predominantemente iónico de sus compuestos.
Consideraciones de estabilidad termodinámica revelan la estabilidad excepcional de los compuestos Tb3+ comparados con otros estados de oxidación. La entalpía de formación de Tb2O3 mide -1865,2 kJ mol-1, indicando una fuerza impulsora termodinámica sustancial para la formación de óxidos. Los valores de entropía estándar reflejan las contribuciones magnéticas de los electrones f no apareados, con el terbio metálico exhibiendo S° = 73,2 J mol-1 K-1.
Compuestos químicos y formación de complejos
Compuestos binarios y ternarios
El terbio forma una amplia variedad de compuestos binarios que demuestran su versatilidad en combinaciones químicas. El óxido más importante, Tb2O3 (terbia), aparece como un sólido de color marrón oscuro ligeramente higroscópico. Este compuesto adopta la estructura cúbica de bixbyita común a los sesquióxidos de los lantánidos más pesados, con iones Tb3+ ocupando dos sitios cristalográficos distintos.
Los compuestos halógenos del terbio exhiben tendencias sistemáticas relacionadas con la electronegatividad y tamaño del halógeno. El trifluoruro de terbio (TbF3) cristaliza en la estructura tysonita, mostrando alta estabilidad térmica y mínima solubilidad en agua. El tetrafluoruro TbF4 representa uno de los pocos compuestos estables que contiene terbio tetravalente, exhibiendo fuertes propiedades oxidantes y sirviendo como agente fluorinante útil. El tricloruro de terbio (TbCl3) adopta el tipo estructural de UCl3 y muestra considerable higroscopicidad, formando fácilmente complejos hidratados en humedad atmosférica.
Los compuestos calcógenos incluyen el monosulfuro TbS con estructura de sal gema, el sesquisulfuro Tb2S3 que exhibe el tipo estructural de Th2S3, y el seleniuro TbSe que adopta la estructura NaCl. Estos compuestos muestran propiedades semiconductoras y ordenamiento magnético a temperaturas bajas. El fosfuro TbP cristaliza en la estructura de sal gema y exhibe conductividad metálica junto con ordenamiento ferromagnético.
Química de coordinación y compuestos organometálicos
Los complejos de coordinación del terbio demuestran la preferencia del elemento por números de coordinación altos y ligandos donantes duros. Las soluciones acuosas de terbio contienen el complejo nonahidrato [Tb(H2O)9]3+, exhibiendo geometría prismatico-trigonal tricapa. Las distancias de enlace Tb-O miden aproximadamente 2,44 Å, reflejando la naturaleza puramente electrostática de las interacciones metal-ligando.
Los ligandos quelantes forman complejos particularmente estables con el terbio debido al efecto quelante y la preferencia del elemento por coordinación múltiple. El ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) forma un complejo 1:1 altamente estable con la constante de formación log K = 17,93, mientras que otros ligandos poliaminocarboxilatos exhiben constantes de estabilidad igualmente altos. Estos complejos encuentran aplicaciones en química analítica e investigación bioquímica.
La química organometálica del terbio permanece limitada comparada con metales de transición debido al carácter predominantemente iónico de los enlaces lantánido-carbono. Complejos ciclopentadienilos como Tb(C5H5)3 exhiben patrones de enlace lantánidos característicos con interacciones metal-ligando principalmente electrostáticas. Desarrollos recientes han demostrado la existencia de complejos organometálicos de terbio divalente bajo condiciones reductoras fuertes, expandiendo la química de estados de oxidación accesibles de este elemento.
Ocurrencia natural y análisis isotópico
Distribución y abundancia geoquímicas
El terbio exhibe una abundancia en la corteza de aproximadamente 1,2 mg kg-1, situándolo entre los elementos lantánidos menos abundantes. Esta concentración refleja la abundancia cósmica de elementos con números atómicos cercanos a 65 y los procesos geoquímicos que concentran o dispersan elementos lantánidos durante la diferenciación terrestre.
El elemento ocurre naturalmente en asociación con otras tierras raras en varias fases minerales. Las fuentes minerales principales incluyen monacita [(Ce,La,Th,Nd,Y)PO4] conteniendo hasta 0,03% de terbio en masa, xenotimo (YPO4) con contenido variable de terbio, y euxenita [(Y,Ca,Er,La,Ce,U,Th)(Nb,Ta,Ti)2O6] conteniendo 1% o más de concentración de terbio. Las arcillas de adsorción iónica del sur de China representan las fuentes comerciales más ricas de terbio, con concentrados conteniendo aproximadamente 1% Tb2O3 en peso.
El comportamiento geoquímico del terbio sigue patrones típicos de los lantánidos pesados, mostrando partición preferencial en fases con sitios pequeños de coordinación. Durante procesos magmáticos, el terbio tiende a permanecer en el fundido relativo a los lantánidos más ligeros, conduciendo a enriquecimiento en rocas ígneos evolucionadas. Los procesos de meteorización movilizan al terbio junto con otros lantánidos, resultando en concentración secundaria en minerales arcillosos y depósitos fosfáticos.
Propiedades nucleares y composición isotópica
El terbio natural consiste enteramente del isótopo 159Tb, haciéndolo un elemento monoisotópico. Este isótopo contiene 65 protones y 94 neutrones, proporcionando un número másico de 159 y una masa atómica de 158,925354 u. El espín nuclear es igual a 3/2, resultando del desapareamiento de protones y neutrones en la estructura nuclear.
Los radioisótopos artificiales del terbio abarcan números másicos desde 135 hasta 174, siendo los más estables 158Tb (vida media 180 años) y 157Tb (vida media 71 años). Estos isótopos experimentan captura electrónica para producir isótopos de gadolinio, mientras que los isótopos más pesados generalmente experimentan desintegración beta menos para dar isótopos de disprosio. El isótopo 149Tb, con vida media de 4,1 horas, muestra potencial para aplicaciones médicas en terapia alfa dirigida y tomografía de emisión de positrones.
Las propiedades de resonancia magnética nuclear de 159Tb incluyen un momento magnético de +2,014 magnetones nucleares y un momento cuadrupolo de +1,432 barnes. Estas propiedades reflejan la estructura nuclear y permiten estudios espectroscópicos de NMR de compuestos que contienen terbio, aunque el momento cuadrupolo complica la interpretación espectral en entornos asimétricos.
Producción industrial y aplicaciones tecnológicas
Métodos de extracción y purificación
La extracción industrial del terbio comienza con el procesamiento de minerales que contienen tierras raras mediante métodos de digestión ácida. Los concentrados minerales triturados son tratados con ácido sulfúrico concentrado a altas temperaturas, convirtiendo óxidos de tierras raras a sales sulfato solubles en agua. La solución resultante requiere ajuste de pH a 3-4 usando hidróxido de sodio, precipitando torio y otros elementos interferentes como hidróxidos.
La separación del terbio de otros lantánidos emplea cromatografía de intercambio iónico usando resinas especializadas. El proceso explota las diferencias sutiles en radio iónico y comportamiento de complejación entre iones lantánidos. La elución con ácido α-hidroxisobutírico o agentes complejantes similares proporciona separación selectiva, con el terbio emergiendo en fracciones intermedias entre el gadolinio y el disprosio. Múltiples ciclos típicamente logran los niveles de pureza requeridos para aplicaciones comerciales.
La producción de terbio metálico utiliza reducción metalotérmica de fluoruro o cloruro de terbio anhidro con calcio metálico a temperaturas cercanas a 1200°C en atmósfera inerte. La reacción procede según la ecuación: 2 TbF3 + 3 Ca → 2 Tb + 3 CaF2. La purificación subsiguiente implica destilación al vacío para eliminar impurezas de calcio y fusión zonal para lograr metal de alta pureza adecuado para aplicaciones especializadas.
Aplicaciones tecnológicas y perspectivas futuras
La tecnología de fósforos representa el mayor consumidor de producción global de terbio, con aplicaciones que abarcan iluminación fluorescente, pantallas de tubo de rayos catódicos y sistemas LED modernos. Los fósforos activados con terbio producen emisión verde brillante a través de transiciones electrónicas 4f-4f, particularmente la transición 5D4 → 7F5 a 544 nm. Estos fósforos demuestran alta eficiencia cuántica y pureza de color excelente, haciéndolos componentes esenciales en sistemas de iluminación tricrómicos que combinan emisiones azules, verdes y rojas.
Las aplicaciones magnetoestrictivas utilizan el terbio en el sistema de aleación Terfenol-D (Tb0,3Dy0,7Fe2), que exhibe la magnetostricción más alta a temperatura ambiente de cualquier material conocido. Esta propiedad permite aplicaciones en actuadores de alta precisión, sistemas de sonar y dispositivos de control de vibración. El coeficiente magnetoestrictivo alcanza 2000 × 10-6 bajo campos magnéticos moderados, proporcionando desplazamientos mecánicos muy superiores a los alcanzables con materiales piezoeléctricos.
Las aplicaciones ópticas explotan las propiedades magnetoópticas del terbio, particularmente la constante de Verdet grande en vidrios y cristales dopados con terbio. Rotadores de Faraday que incorporan materiales dopados con terbio permiten aislamiento óptico en sistemas de comunicación de fibra óptica y aplicaciones láser. La constante de Verdet para vidrio dopado intensamente con terbio alcanza -32 rad T-1 m-1, facilitando diseños compactos de aisladores ópticos con características de desempeño superiores.
Desarrollo histórico y descubrimiento
El descubrimiento del terbio se entrelaza con la historia más amplia de la química de elementos de tierras raras y el desarrollo de técnicas de análisis espectroscópico. Carl Gustaf Mosander, trabajando en el Instituto Karolinska en Estocolmo, inició estudios sistemáticos de minerales que contienen itrio en la década de 1840. Su enfoque meticuloso de precipitación fraccionada y cristalización reveló la composición compleja de materiales previamente asumidos como conteniendo solo itrio.
El trabajo de Mosander culminó en 1843 con la identificación de tres componentes distintos en preparaciones de óxido de itrio. Él designó estas fracciones como yttria (blanca), erbia (rosada) y terbia (amarilla). La confusión respecto a la nomenclatura surgió de estudios espectroscópicos posteriores de Marc Delafontaine, quien accidentalmente intercambió los nombres de las fracciones que contienen erbio y terbio. Esta inversión nomenclatural quedó arraigada en la literatura y persiste hasta el día de hoy.
El aislamiento de compuestos de terbio puros permaneció problemático durante el siglo XIX debido a la extrema similitud de las propiedades lantánidas. Métodos de cristalización fraccionada desarrollados por varios investigadores lograron separaciones parciales, pero la purificación completa esperó al desarrollo de cromatografía de intercambio iónico en la mitad del siglo XX. La llegada de estas técnicas de separación finalmente permitió la producción de compuestos de terbio con niveles de pureza necesarios para estudio científico y aplicación tecnológica.
Conclusión
El terbio ocupa una posición distinta entre los elementos lantánidos por su combinación de propiedades luminiscentes excepcionales, características magnéticas únicas y significancia tecnológica. Su configuración electrónica [Xe]4f96s2 proporciona la base para su comportamiento químico mientras posibilita las propiedades ópticas y magnéticas que impulsan aplicaciones contemporáneas. Desde su descubrimiento por Mosander en 1843 hasta aplicaciones modernas en materiales avanzados, el terbio demuestra la evolución desde el descubrimiento científico fundamental hasta la implementación tecnológica. Las direcciones actuales de investigación enfocan la expansión de aplicaciones magnetoestrictivas, el desarrollo de materiales fósforos más eficientes y la exploración de aplicaciones médicas potenciales de isótopos radiactivos. La creciente demanda de tecnologías energéticamente eficientes y sistemas ópticos avanzados asegura la relevancia continuada del terbio en aplicaciones de ciencia e ingeniería de materiales.

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