| Elemento | |
|---|---|
22TiTitanio47.86712
8 10 2 |
|
| Propiedades básicas | |
|---|---|
| Número atómico | 22 |
| Peso atómico | 47.8671 amu |
| Familia de elementos | Los metales de transición |
| Período | 4 |
| Grupo | 2 |
| Bloquear | s-block |
| año de descubrimiento | 1791 |
| Distribución de isótopos |
|---|
46Ti 8.2% 47Ti 7.4% 48Ti 73.8% 49Ti 5.4% 50Ti 5.2% |
46Ti (8.20%) 47Ti (7.40%) 48Ti (73.80%) 49Ti (5.40%) 50Ti (5.20%) |
| Propiedades físicas | |
|---|---|
| Densidad | 4.54 g/cm3 (STP) |
H (H) 8.988E-5 Meitnerio (Mt) 28 | |
| Fusión | 1660 °C |
Helio (He) -272.2 Carbón (C) 3675 | |
| Ebullición | 3260 °C |
Helio (He) -268.9 Tungsteno (W) 5927 | |
| Propiedades químicas | |
|---|---|
| Estados de oxidación (menos común) | +4 (-2, -1, 0, +1, +2, +3) |
| Potencial de primera ionización | 6.828 eV |
Cesio (Cs) 3.894 Helio (He) 24.587 | |
| Afinidad electrónica | 0.076 eV |
Nobelio (No) -2.33 Cl (Cl) 3.612725 | |
| Electronegatividad | 1.54 |
Cesio (Cs) 0.79 F (F) 3.98 | |
| radio atómico | |
|---|---|
| Radio covalente | 1.36 Å |
H (H) 0.32 Francio (Fr) 2.6 | |
| Radio metálico | 1.47 Å |
Berilio (Be) 1.12 Cesio (Cs) 2.65 | |
| Compuestos | ||
|---|---|---|
| Fórmula | Nombre | Estado de oxidación |
| TiCl2 | Cloruro de titanio (II) | +2 |
| TiBr2 | Bromuro de titanio (II) | +2 |
| TiI2 | Yoduro de titanio (II) | +2 |
| TiO | Óxido de titanio (II) | +2 |
| TiCl3 | Cloruro de titanio (III) | +3 |
| TiN | Nitruro de titanio | +3 |
| Ti2O3 | Óxido de titanio (III) | +3 |
| Ti2S3 | Sulfuro de titanio (III) | +3 |
| TiO2 | Óxido de titanio (IV) | +4 |
| TiCl4 | Cloruro de titanio (IV) | +4 |
| TiI4 | Yoduro de titanio (IV) (tetrayoduro de titanio) | +4 |
| TiBr4 | Tetrabromuro de titanio | +4 |
| Propiedades electrónicas | |
|---|---|
| Electrones por capa | 2, 8, 10, 2 |
| Configuración electrónica | [Ar] 3d2 |
|
Modelo atómico de Bohr
| |
|
Diagrama de caja orbital
| |
| electrones de valencia | 4 |
| Estructura de puntos de Lewis |
|
| Visualización orbital | |
|---|---|
|
| |
| Electrones | - |
Titanio (Ti): Elemento de la Tabla Periódica
Resumen
El titanio (Ti, número atómico 22) representa un elemento de transición caracterizado por una excepcional relación resistencia-peso y una elevada resistencia a la corrosión. El elemento presenta una estructura cristalina hexagonal compacta en condiciones ambientales, transformándose en geometría cúbica centrada en el cuerpo por encima de 882 °C. El titanio muestra predominantemente el estado de oxidación +4, aunque también son comunes los compuestos con estado +3. Existen cinco isótopos estables, con ⁴⁸Ti constituyendo el 73,8% de la abundancia natural. Sus aplicaciones industriales abarcan aeroespacial, implantes médicos y procesamiento químico, gracias a su biocompatibilidad e inercia química. El titanio forma capas protectoras de óxido y muestra propiedades paramagnéticas con superconductividad por debajo de 0,49 K. Los compuestos comerciales principales incluyen TiO₂ para pigmentos y TiCl₄ para producción de metal mediante el proceso Kroll.
Introducción
El titanio ocupa la posición 22 en la tabla periódica como metal de transición del bloque d con configuración electrónica [Ar] 3d² 4s². Ubicado en el Grupo 4 y Período 4, el titanio exhibe características típicas de los metales de transición, incluyendo múltiples estados de oxidación, capacidad de formar complejos y enlaces metálicos. Su importancia en la ciencia de materiales moderna proviene de la combinación única de resistencia mecánica, baja densidad (4,5 g/cm³) y excepcional resistencia química. El descubrimiento de William Gregor en 1791 en Cornualles inició la investigación sistemática de este metal refractario, aunque su viabilidad comercial surgió solo con el desarrollo del proceso de William Justin Kroll en los años 1940. La producción mundial contemporánea supera las 300.000 toneladas anuales, con aplicaciones aeroespaciales consumiendo aproximadamente el 60% de la producción global debido a su superior relación resistencia-densidad en comparación con materiales estructurales convencionales.
Propiedades físicas y estructura atómica
Parámetros atómicos fundamentales
La estructura atómica del titanio consta de 22 protones y típicamente 26 neutrones en el isótopo más abundante ⁴⁸Ti. La configuración electrónica [Ar] 3d² 4s² indica dos electrones no apareados en los orbitales d, contribuyendo al comportamiento paramagnético con susceptibilidad magnética χ = +1,8 × 10⁻⁴. El radio atómico mide 147 pm en forma metálica, mientras que los radios iónicos varían significativamente según el estado de oxidación: Ti⁴⁺ (60,5 pm), Ti³⁺ (67 pm) y Ti²⁺ (86 pm). Los cálculos de carga nuclear efectiva indican una contracción sustancial de los orbitales d debido a la escasa protección ofrecida por los electrones d. La primera energía de ionización requiere 658,8 kJ/mol, con energías sucesivas de ionización de 1309,8, 2652,5 y 4174,6 kJ/mol para Ti²⁺, Ti³⁺ y Ti⁴⁺ respectivamente. Estos valores reflejan el aumento de atracción electrostática a medida que disminuye la densidad electrónica.
Características físicas macroscópicas
El titanio exhibe una apariencia metálica gris plateada brillante con propiedades mecánicas notables. El metal cristaliza en la estructura hexagonal compacta (fase α) a temperatura ambiente, con parámetros de red a = 295,1 pm y c = 468,6 pm. Esta estructura se transforma en la fase cúbica centrada en el cuerpo (fase β) por encima de 882 °C (1620 °F), demostrando comportamiento alotrópico característico de los metales de transición. Las mediciones de densidad arrojan 4,506 g/cm³ para el titanio α, aproximadamente el 60% de la del acero manteniendo una resistencia comparable. Su punto de fusión ocurre a 1668 °C (3034 °F) con ebullición a 3287 °C, reflejando enlaces metálicos fuertes a través de toda la estructura. El calor de fusión mide 14,15 kJ/mol, mientras que la vaporización requiere 425 kJ/mol. La capacidad calorífica específica varía con la temperatura y fase, alcanzando 0,523 J/g·K para el titanio α a 25 °C. La conductividad térmica (21,9 W/m·K) y la resistividad eléctrica (420 nΩ·m) indican una movilidad electrónica moderada comparada con metales típicos.
Propiedades químicas y reactividad
Estructura electrónica y comportamiento de enlace
El comportamiento químico del titanio proviene de los orbitales d parcialmente llenos, lo que permite múltiples estados de oxidación y formación de complejos. El estado +4 predomina en los compuestos debido a energías reticulares favorables que compensan los altos requisitos de ionización. Los complejos Ti⁴⁺ típicamente exhiben geometría de coordinación octaédrica, aunque existen arreglos tetraédricos en TiCl₄ y especies relacionadas. Los compuestos de titanio(III) demuestran configuración d¹ con soluciones coloreadas y momentos magnéticos cercanos a 1,73 magnetones de Bohr. La formación de enlaces involucra una participación extensa de los orbitales d, generando carácter covalente en la mayoría de los compuestos. Los enlaces Ti-O varían entre 180-200 pm dependiendo del número de coordinación y entorno de ligandos. Los patrones de hibridación comúnmente involucran arreglos d²sp³ en complejos octaédricos, mientras que las especies tetraédricas utilizan orbitales híbridos sp³d². Las energías de estabilización del campo cristalino contribuyen significativamente a la estabilidad de los compuestos, especialmente en solución acuosa.
Propiedades electroquímicas y termodinámicas
Los valores de electronegatividad del titanio miden 1,54 en la escala de Pauling y 1,38 en la escala de Mulliken, indicando una capacidad moderada de atracción de electrones. Los potenciales de reducción estándar muestran preferencias termodinámicas: Ti⁴⁺/Ti³⁺ (+0,1 V), Ti³⁺/Ti²⁺ (-0,37 V) y Ti²⁺/Ti (-1,63 V). Estos valores revelan un aumento en la fuerza reductora en estados de oxidación inferiores. Los datos de afinidad electrónica indican valores negativos (-7,6 kJ/mol), reflejando la adición desfavorable de electrones al átomo neutro. Las entalpías de formación para óxidos principales muestran TiO₂ (-944,0 kJ/mol) y Ti₂O₃ (-1520,9 kJ/mol), indicando estabilidad termodinámica. La química redox en sistemas acuosos depende críticamente del pH, con hidrólisis de Ti⁴⁺ ocurriendo por encima de pH 2. Las reacciones de desproporción afectan la estabilidad de Ti³⁺: 2Ti³⁺ + 2H⁺ → Ti⁴⁺ + Ti²⁺ + H₂. Las energías libres de Gibbs estándar favorecen estados de oxidación superiores bajo condiciones oxidantes.
Compuestos químicos y formación de complejos
Compuestos binarios y ternarios
El dióxido de titanio representa el compuesto binario más importante, existiendo en tres formas polimórficas: rutilo (tetragonal, P4₂/mnm), anatasa (tetragonal, I4₁/amd) y brookita (ortorrómbico, Pbca). El rutilo muestra la mayor estabilidad termodinámica con banda prohibida de 3,0 eV, mientras que la anatasa exhibe una banda de 3,2 eV y mayor actividad fotocatalítica. Su formación ocurre mediante oxidación controlada: Ti + O₂ → TiO₂ (ΔH = -944 kJ/mol). Los compuestos halogenados incluyen TiCl₄ (p.e. 136 °C), un líquido volátil incoloro utilizado como precursor para producción de metal y síntesis de catalizadores. TiF₄ adopta estructura iónica debido a la electronegatividad del flúor, mientras que TiBr₄ y TiI₄ demuestran un carácter covalente creciente. La formación de sulfuros produce TiS₂ con estructura laminar que permite aplicaciones de intercalación. Los compuestos de carburo y nitruro exhiben dureza excepcional: TiC (Mohs 9-10) y TiN (Mohs 8-9), ambos cristalizando en estructuras tipo halita con conductividad metálica.
Química de coordinación y compuestos organometálicos
Los complejos de coordinación del titanio abarcan estados de oxidación desde +2 hasta +4, con preferencias geométricas reflejando el número de electrones d y efectos del campo de ligandos. Complejos octaédricos Ti⁴⁺ incluyen [Ti(H₂O)₆]⁴⁺ (incoloro) y [TiF₆]²⁻ (estable en solución HF). Números de coordinación menores ocurren con ligandos voluminosos: las especies [Ti(OR)₄] adoptan geometría tetraédrica. Los complejos Ti³⁺ exhiben configuración d¹ con distorsiones pronunciadas de Jahn-Teller en campos octaédricos, produciendo coloración violeta característica en [Ti(H₂O)₆]³⁺. Las energías de estabilización del campo de ligandos alcanzan valores máximos para configuración d¹. La química organometálica se centra en derivados de metalloceno: el bis(ciclopentadienil)titanio dicloruro actúa como catalizador en polimerización Ziegler-Natta. Los enlaces σ Ti-C demuestran fuerza moderada (350-400 kJ/mol), mientras que las interacciones π con ligandos aromáticos proporcionan estabilidad adicional. Las aplicaciones catalíticas explotan los cambios fáciles de estado de oxidación y la insaturación coordinativa, permitiendo activación de sustratos en reacciones de polimerización de olefinas e hidrogenación.
Ocurrencia natural y análisis isotópico
Distribución y abundancia geoquímicas
El titanio constituye aproximadamente el 0,63% de la masa de la corteza terrestre, ocupando el noveno lugar en abundancia. Su comportamiento geoquímico refleja su carácter litófilo con incorporación preferente en minerales silicatados durante la diferenciación magmática. Los minerales de mena principales incluyen rutilo (TiO₂), ilmenita (FeTiO₃) y titanita (CaTiSiO₅). Los depósitos de rutilo se concentran en arenas de playa mediante meteorización y clasificación hidráulica, con reservas principales en Australia (38%), Sudáfrica (20%) y Canadá (13%). La ilmenita ocurre en rocas ígneas máficas, particularmente anortositas y noritas, con depósitos significativos en Noruega, Canadá y Madagascar. La abundancia en corteza varía geográficamente: 0,56% en corteza oceánica versus 0,64% en corteza continental. Procesos hidrotermales ocasionalmente concentran titanio en ambientes de skarn y pegmatita. El agua oceánica contiene aproximadamente 4 picomolar de titanio, predominantemente como especie Ti(OH)₄ debido a la hidrólisis extensiva.
Propiedades nucleares y composición isotópica
Cinco isótopos estables ocurren naturalmente: ⁴⁶Ti (8,25%), ⁴⁷Ti (7,44%), ⁴⁸Ti (73,72%), ⁴⁹Ti (5,41%) y ⁵⁰Ti (5,18%). El análisis por espectrometría de masas revela fraccionamiento isotópico mínimo en muestras naturales. Los números cuánticos de spin nuclear incluyen I = 0 para isótopos de masa par, I = 5/2 para ⁴⁷Ti e I = 7/2 para ⁴⁹Ti. Los momentos magnéticos miden -0,78848 magnetones nucleares para ⁴⁷Ti y -1,10417 para ⁴⁹Ti. Los radioisótopos incluyen ⁴⁴Ti (t₁/₂ = 63,0 años, captura electrónica), ⁴⁵Ti (t₁/₂ = 184,8 minutos, decaimiento β⁺) y ⁵¹Ti (t₁/₂ = 5,76 minutos, decaimiento β⁻). Las secciones eficaces de captura de neutrones posibilitan la producción de radioisótopos para aplicaciones de investigación. Los estudios de decaimiento doble-beta se centran en ⁴⁸Ti con vida media teórica superior a 10²⁰ años.
Producción industrial y aplicaciones tecnológicas
Métodos de extracción y purificación
La producción comercial de titanio depende principalmente del proceso Kroll, que involucra clorinación de minerales rutilo o ilmenita seguida de reducción con magnesio. La clorinación carbotérmica inicial procede a 900-1000 °C: TiO₂ + 2C + 2Cl₂ → TiCl₄ + 2CO, produciendo tetracloreto volátil con pureza del 99,9% tras destilación. La reducción con magnesio ocurre en atmósfera inerte a 850-950 °C: TiCl₄ + 2Mg → Ti + 2MgCl₂. El esponja de titanio requiere destilación al vacío a 1000 °C para eliminar residuos de cloruro de magnesio. La eficiencia global del proceso alcanza 75-80% con consumo energético de aproximadamente 50-60 MWh por tonelada. El proceso alternativo de Hunter emplea reducción con sodio pero genera productos de menor pureza. La fusión con haz de electrones o refusión al vacío produce lingotes de titanio adecuados para aplicaciones aeroespaciales. La producción mundial anual aproxima las 300.000 toneladas, concentrada en China (45%), Japón (15%), Rusia (12%) y Kazajistán (8%). Las consideraciones económicas favorecen la proximidad a menas y costos eléctricos bajos para los pasos intensivos de energía.
Aplicaciones tecnológicas y perspectivas futuras
Las aplicaciones aeroespaciales explotan la excepcional relación resistencia-peso del titanio, consumiendo 60-65% de la producción global. Los motores de aviones comerciales incorporan álabes de compresor, carcasas y fijaciones de titanio operando hasta 600 °C. El Boeing 787 Dreamliner contiene aproximadamente un 15% de titanio en peso, incluyendo componentes estructurales y partes de motor. Las aplicaciones militares abarcan estructuras de fuselaje, blindaje y sistemas de propulsión donde la reducción de peso mejora el rendimiento. Las aplicaciones médicas aprovechan su biocompatibilidad y resistencia a la corrosión para implantes ortopédicos, dispositivos cardiovasculares e instrumentos quirúrgicos. Las prótesis de cadera muestran tasas de éxito del 95% después de 10 años debido a sus capacidades de osteointegración. Las industrias de procesamiento químico emplean titanio en intercambiadores de calor, recipientes de reacción y sistemas de tuberías que manejan medios corrosivos. Las aplicaciones marinas incluyen cascos de submarinos, ejes de hélices y equipos de perforación offshore resistentes a la corrosión por agua marina. Las tecnologías emergentes exploran nanopartículas de titanio para fotocatálisis, electrodos de almacenamiento energético y materiales compuestos avanzados. La fabricación aditiva permite geometrías complejas previamente imposibles con procesos convencionales, expandiendo posibilidades de diseño en sectores aeroespacial y médico.
Desarrollo histórico y descubrimiento
El descubrimiento del titanio se remonta a la investigación de William Gregor en 1791 sobre arena negra magnética del valle de Menaccan, en Cornualles. El análisis inicial reveló un óxido desconocido posteriormente denominado "menaccanita". Investigaciones independientes de Martin Heinrich Klaproth en 1795 confirmaron la presencia del nuevo elemento en el mineral rutilo, proponiendo el nombre "titanio" en honor a los Titanes de la mitología griega. Los primeros intentos de aislamiento por Gregor, Klaproth y Friedrich Wöhler produjeron muestras impuras debido a la alta reactividad y naturaleza refractaria del titanio. Matthew A. Hunter logró la primera preparación pura en 1910 mediante reducción con sodio de TiCl₄, aunque las cantidades fueron insuficientes para determinar propiedades. La viabilidad comercial surgió con el proceso de reducción con magnesio de Wilhelm J. Kroll en 1932, permitiendo producción a gran escala. Las demandas aeroespaciales de la Segunda Guerra Mundial aceleraron el desarrollo, con DuPont estableciendo la primera instalación de producción importante en 1948. Las décadas siguientes vieron mejoras continuas en procesos, reducción de costos y expansión de aplicaciones. La investigación contemporánea se enfoca en rutas de metalurgia de polvos, procesos de reducción directa y tecnologías de reciclaje para mejorar la competitividad económica frente a aluminio y acero.
Conclusión
El titanio ocupa una posición única entre los metales de transición por su combinación de integridad estructural, inercia química y compatibilidad biológica. Su configuración electrónica d² facilita una química de coordinación diversa manteniendo estabilidad termodinámica en ambientes oxidantes. Las aplicaciones tecnológicas continúan expandiéndose a medida que disminuyen los costos de procesamiento y mejoran las capacidades de manufactura. Las direcciones futuras de investigación abarcan métodos sostenibles de extracción, desarrollo de aleaciones avanzadas y aplicaciones en nanotecnología. Las consideraciones ambientales favorecen la reciclabilidad y naturaleza no tóxica del titanio frente a materiales alternativos. Su importancia en tecnologías emergentes, particularmente en propulsión aeroespacial, implantes biomédicos y sistemas de conversión energética, asegura interés científico y comercial continuo en la química del titanio y ciencia de materiales.

Deje su comentario acerca de su experiencia utlizando el balanceador de ecuaciones quìmicas.
