| Elemento | |
|---|---|
26FeHierro55.84522
8 14 2 |
|
| Propiedades básicas | |
|---|---|
| Número atómico | 26 |
| Peso atómico | 55.8452 amu |
| Familia de elementos | Los metales de transición |
| Período | 4 |
| Grupo | 2 |
| Bloquear | s-block |
| año de descubrimiento | 5000 BC |
| Distribución de isótopos |
|---|
54Fe 5.8% 56Fe 91.7% 57Fe 2.2% 58Fe 0.3% |
54Fe (5.80%) 56Fe (91.70%) 57Fe (2.20%) |
| Propiedades físicas | |
|---|---|
| Densidad | 7.874 g/cm3 (STP) |
H (H) 8.988E-5 Meitnerio (Mt) 28 | |
| Fusión | 1535 °C |
Helio (He) -272.2 Carbón (C) 3675 | |
| Ebullición | 2750 °C |
Helio (He) -268.9 Tungsteno (W) 5927 | |
| Propiedades químicas | |
|---|---|
| Estados de oxidación (menos común) | +2, +3 (-2, -1, 0, +1, +4, +5, +6, +7) |
| Potencial de primera ionización | 7.903 eV |
Cesio (Cs) 3.894 Helio (He) 24.587 | |
| Afinidad electrónica | 0.153 eV |
Nobelio (No) -2.33 Cl (Cl) 3.612725 | |
| Electronegatividad | 1.83 |
Cesio (Cs) 0.79 F (F) 3.98 | |
| radio atómico | |
|---|---|
| Radio covalente | 1.16 Å |
H (H) 0.32 Francio (Fr) 2.6 | |
| Radio metálico | 1.26 Å |
Berilio (Be) 1.12 Cesio (Cs) 2.65 | |
| Compuestos | ||
|---|---|---|
| Fórmula | Nombre | Estado de oxidación |
| FeCl2 | Cloruro de hierro (II) | +2 |
| FeO | Óxido de hierro (II) | +2 |
| FeS | Sulfuro de hierro (II) | +2 |
| Fe(BF4)2 | Tetrafluoroborato de hierro (II) | +2 |
| Fe(ClO4)2 | Perclorato de hierro (II) | +2 |
| Fe3O4 | Óxido de hierro (ii, iii) | +2,+3 |
| Fe2O3 | Óxido de hierro (III) | +3 |
| FeCl3 | Cloruro de hierro (III) | +3 |
| C54H105FeO6 | Estearato férrico | +3 |
| Fe(N3)3 | Azida de hierro (III) | +3 |
| BaFeO4 | Ferrato de bario | +6 |
| K2FeO4 | Ferrato de potasio | +6 |
| Propiedades electrónicas | |
|---|---|
| Electrones por capa | 2, 8, 14, 2 |
| Configuración electrónica | [Ar] 3d6 |
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Modelo atómico de Bohr
| |
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Diagrama de caja orbital
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| electrones de valencia | 8 |
| Estructura de puntos de Lewis |
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| Visualización orbital | |
|---|---|
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| Electrones | - |
Hierro (Fe): Elemento de la Tabla Periódica
Resumen
El hierro (Fe), con número atómico 26, representa el elemento más abundante en la Tierra por masa y el cuarto más abundante en la corteza terrestre. Este metal de transición exhibe propiedades magnéticas únicas, formando dominios ferromagnéticos por debajo de su temperatura de Curie de 770°C. El hierro muestra múltiples estados de oxidación que van desde -4 hasta +7, siendo +2 y +3 los más prevalentes en compuestos químicos. El elemento cristaliza en estructura cúbica centrada en el cuerpo a temperatura ambiente, transformándose en cúbica centrada en las caras entre 912-1394°C. Su estabilidad nuclear en la masa 56 marca el final de los procesos de fusión estelar, convirtiéndolo en el núcleo más estable y el punto final de la nucleosíntesis en estrellas masivas. Su importancia industrial proviene de su papel en la producción de acero, donde el contenido de carbono determina sus propiedades mecánicas y aplicaciones tecnológicas en sectores como construcción, transporte y manufactura.
Introducción
El hierro ocupa la posición 26 en la tabla periódica, ubicándose en el Grupo 8 de la primera serie de transición con configuración electrónica [Ar] 3d⁶ 4s². Este elemento del bloque d demuestra propiedades características de los metales de transición, incluyendo estados de oxidación variables, capacidad de formar complejos y comportamiento magnético. La presencia de seis electrones no apareados en sus orbitales d contribuye a sus propiedades ferromagnéticas y versatilidad en química de coordinación. Ubicado entre el manganeso y el cobalto, el hierro exhibe propiedades intermedias dentro de la serie 3d, mostrando puntos de fusión y ebullición más bajos comparados con metales de transición anteriores, pero mayor estabilidad termodinámica que el manganeso debido a efectos de configuración electrónica. Su descubrimiento precede a la historia registrada, con evidencia arqueológica que indica su uso por humanos antes de 5000 a.C. La Edad del Hierro, iniciada alrededor de 1200 a.C., marcó una revolución tecnológica que permitió la producción avanzada de herramientas y desarrollo social mediante capacidades metalúrgicas superiores.
Propiedades Físicas y Estructura Atómica
Parámetros Atómicos Fundamentales
La estructura atómica del hierro se centra en un núcleo con 26 protones, cuya configuración electrónica [Ar] 3d⁶ 4s² determina su comportamiento químico. Los orbitales d parcialmente llenos crean múltiples estados de spin y posibilidades de oxidación. El radio atómico mide aproximadamente 126 pm, mientras que los radios iónicos varían significativamente según el estado de oxidación: Fe²⁺ muestra 78 pm (alta spin) a 61 pm (baja spin), y Fe³⁺ presenta 69 pm (alta spin) a 55 pm (baja spin). La carga nuclear efectiva influye en estos valores a través de efectos de blindaje orbital d. La primera energía de ionización es de 762.5 kJ/mol, con energías sucesivas reflejando la estructura de capas electrónicas y patrones de estabilidad d. La configuración 3d⁶ crea estabilidad particular en ciertos estados de oxidación mediante consideraciones de energía de estabilización del campo cristalino.
Características Físicas Macroscópicas
El hierro puro muestra apariencia metálica brillante con un matiz grisáceo, desarrollando una superficie plateada y grisácea cuando se pulsa recientemente. En condiciones ambientales, el hierro adopta estructura cristalina cúbica centrada en el cuerpo (hierro α) con parámetro de red 2.866 Å. La expansión térmica induce transiciones alotrópicas: hierro γ (cúbico centrado en las caras) estable entre 912-1394°C, seguido por hierro δ (cúbico centrado en el cuerpo) hasta fundir a 1538°C. Las condiciones de alta presión producen hierro ε con estructura hexagonal compacta. La densidad varía con temperatura y fase, midiendo 7.874 g/cm³ a 20°C para hierro α. Su punto de fusión es 1538°C (1811 K), mientras que el punto de ebullición alcanza aproximadamente 2862°C (3134 K). El calor de fusión es de 13.81 kJ/mol, y el calor de vaporización mide 340 kJ/mol. La capacidad calorífica específica registra 0.449 J/(g·K) en condiciones estándar, reflejando distribución de energía térmica entre vibraciones atómicas y excitaciones electrónicas.
Propiedades Químicas y Reactividad
Estructura Electrónica y Comportamiento de Enlace
La configuración electrónica 3d⁶ 4s² del hierro permite amplia variabilidad de estados de oxidación, desde -4 en ciertos complejos carbonílicos hasta +7 en condiciones oxidantes especializadas. Los estados comunes +2 y +3 predominan en química acuosa, con iones Fe²⁺ (ferroso) y Fe³⁺ (férrico) que exhiben preferencias de coordinación y comportamiento redox distintos. Las configuraciones de alta y baja spin dependen de la fuerza del campo de ligandos, creando momentos magnéticos y propiedades espectroscópicas variables. El hierro forma enlaces iónicos y covalentes según el entorno de coordinación, con enlaces metálicos dominantes en el metal puro a través de electrones d deslocalizados. Los números de coordinación típicamente varían de 4 a 6, con geometrías octaédricas y tetraédricas predominantes. Las energías de enlace varían significativamente con el estado de oxidación y tipo de ligando, afectando estabilidad de complejos y cinética de reacciones.
Propiedades Electroquímicas y Termodinámicas
Los valores de electronegatividad sitúan al hierro en 1.83 en la escala de Pauling, indicando capacidad moderada de atracción electrónica típica de metales de transición. Las energías sucesivas de ionización demuestran efectos de capas electrónicas: primera ionización (762.5 kJ/mol), segunda ionización (1561.9 kJ/mol), con aumentos dramáticos al interrumpir orbitales d. El potencial de reducción estándar para el par Fe³⁺/Fe²⁺ es de +0.771 V frente al electrodo estándar de hidrógeno, mientras que Fe²⁺/Fe registra -0.447 V, estableciendo su posición en la serie electroquímica. Estos potenciales gobiernan reacciones redox en medios acuosos y determinan su comportamiento frente a la corrosión. La estabilidad termodinámica varía entre compuestos de hierro, con óxidos que presentan energías de formación particularmente favorables. La afinidad electrónica es mínima (15.7 kJ/mol), consistente con su carácter metálico y tendencia a formar cationes en lugar de aceptar aniones.
Compuestos Químicos y Formación de Complejos
Compuestos Binarios y Ternarios
El hierro forma una extensa serie de compuestos binarios con la mayoría de los elementos de la tabla periódica. Los óxidos constituyen la clase más significativa: FeO (wüstita), Fe₂O₃ (hematita) y Fe₃O₄ (magnetita) representan fases principales con estructuras cristalinas y propiedades magnéticas distintas. La magnetita exhibe estructura espinela inversa con estados de oxidación mixtos, creando conductividad electrónica única. Los haluros incluyen FeCl₂, FeCl₃, FeBr₂ y yoduros correspondientes, cada uno mostrando colores y geometrías de coordinación características. Los sulfuros comprenden FeS (pirrotita) y FeS₂ (pirita), importantes en sistemas minerales y procesos industriales. Los compuestos ternarios incluyen sulfatos como FeSO₄·7H₂O (vitriolo verde) y óxidos complejos con aplicaciones tecnológicas en catálisis y electrónica.
Química de Coordinación y Compuestos Organometálicos
El hierro demuestra una notable diversidad en química de coordinación, formando complejos con virtualmente todos los tipos de ligandos. Complejos hexacianoferrato [Fe(CN)₆]³⁻ y [Fe(CN)₆]⁴⁻ exhiben estabilidad excepcional mediante interacciones π-backbonding. La coordinación biológica incluye complejos hemo donde el hierro se coordina con ligandos porfirínicos en hemoglobina y sistemas citocromos. La química organometálica destaca al ferroceno Fe(C₅H₅)₂ como compuesto tipo sándwich, demostrando cumplimiento de la regla de los 18 electrones y carácter aromático. Los carbonilos de hierro Fe(CO)₅ y Fe₂(CO)₉ muestran coordinación con ligandos π-aceptores, teniendo aplicaciones industriales significativas como catalizadores. Las geometrías de coordinación abarcan tetraédrica, plana cuadrada, bipiramidal trigonal y octaédrica según requerimientos electrónicos y consideraciones estéricas.
Ocurrencia Natural y Análisis Isotópico
Distribución Geoquímica y Abundancia
El hierro constituye aproximadamente el 5.63% de la corteza terrestre en peso, siendo el cuarto elemento más abundante después de oxígeno, silicio y aluminio. Su distribución geoquímica refleja concentración preferencial en rocas máficas y ultramáficas, donde ocurre principalmente como silicatos y óxidos ferrosos. Las principales reservas de hierro incluyen formaciones de hierro bandeado con hematita y magnetita, depósitos lateríticos con goethita y limonita, y sistemas hidrotermales que producen diversos minerales de hierro. La abundancia en corteza alcanza ~50,000 ppm, mientras que el agua marina contiene aproximadamente 3.4 μg/L de especies disueltas. El ciclo geoquímico involucra meteorización, transporte y precipitación controlados por pH, potencial redox y equilibrios de complejación. Los mecanismos de acumulación incluyen deposición hidrotermal, concentración sedimentaria y redistribución metamórfica, creando diversos tipos de mena en ambientes geológicos.
Propiedades Nucleares y Composición Isotópica
El hierro natural comprende cuatro isótopos estables con características nucleares y abundancias distintas. ⁵⁶Fe domina con 91.754% de abundancia natural, representando el máximo de energía de enlace nuclear y el punto final de la nucleosíntesis estelar. ⁵⁴Fe representa el 5.845%, mientras que ⁵⁷Fe (2.119%) proporciona el único isótopo con espín nuclear I = 1/2, permitiendo aplicaciones en espectroscopía NMR. ⁵⁸Fe constituye 0.282% del hierro natural. Se han sintetizado veinticuatro isótopos artificiales, desde ⁴⁵Fe hasta ⁷²Fe, con vidas medias y modos de decaimiento variables. ⁶⁰Fe, un radionúclido extinto con vida media de 2.6 millones de años, sirvió como cronómetro para procesos del sistema solar primitivo y datación de meteoritos. Las secciones eficaces nucleares varían entre isótopos, afectando comportamiento de absorción de neutrones en reactores y procesos astrofísicos.
Producción Industrial y Aplicaciones Tecnológicas
Metodologías de Extracción y Purificación
La producción industrial de hierro se centra en la reducción en alto horno de óxidos mediante agentes reductores a base de carbono. El proceso opera a temperaturas superiores a 1500°C, permitiendo reacciones de reducción: Fe₂O₃ + 3CO → 2Fe + 3CO₂ y FeO + CO → Fe + CO₂. Métodos de reducción directa emplean gas natural o hidrógeno como alternativas al coque tradicional. Las materias primas incluyen mineral de hierro (hematita, magnetita), fundente de caliza y coque u otros reductores. Consideraciones termodinámicas gobiernan la eficiencia de reducción, requiriendo control preciso de temperatura y composición gaseosa. Las técnicas modernas producen más de 1.8 mil millones de toneladas anuales, convirtiendo al hierro en el metal más producido globalmente. La purificación implica eliminar silicio, fósforo, azufre y otras impurezas mediante oxidación controlada y formación de escoria. La tecnología de hornos de arco eléctrico permite reciclaje de chatarra, representando aproximadamente el 30% de la producción de acero mediante procesos de metalurgia secundaria.
Aplicaciones Tecnológicas y Perspectivas Futuras
La importancia tecnológica del hierro surge de su transformación en acero mediante adición controlada de carbono y tratamiento térmico. El contenido de carbono determina propiedades mecánicas: aceros bajos en carbono ofrecen ductilidad para construcción, mientras que variedades altas en carbono proporcionan dureza para herramientas de corte y maquinaria. Elementos de aleación como cromo, níquel, molibdeno y vanadio crean aceros especializados con resistencia a la corrosión, resistencia mecánica y estabilidad térmica mejoradas. El acero inoxidable contiene mínimo 10.5% de cromo, formando capas protectoras de óxido que previenen la corrosión atmosférica. Las aplicaciones del hierro fundido explotan su alto contenido de carbono para fundir formas complejas con excelente maquinabilidad. Las aplicaciones magnéticas utilizan las propiedades ferromagnéticas del hierro en transformadores, motores eléctricos y sistemas de grabación magnética. En catálisis, el hierro se emplea en síntesis de amoníaco por método Haber-Bosch y producción de hidrocarburos Fischer-Tropsch. Las tecnologías emergentes investigan superconductores basados en hierro, aceros avanzados de alta resistencia y nuevos materiales magnéticos para aplicaciones en computación cuántica.
Desarrollo Histórico y Descubrimiento
El uso del hierro precede a la historia registrada, con artefactos de hierro meteorítico datados antes del 5000 a.C. que constituyen la primera evidencia de interacción humana con el hierro metálico. El hierro nativo terrestre ocurre raramente, necesitando desarrollo de tecnología de fundición para uso extendido. Evidencia arqueológica indica que la metalurgia del hierro emergió independientemente en múltiples civilizaciones alrededor del 2000-1500 a.C., marcando la transición de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro. La civilización china logró producción de hierro fundido en el siglo V a.C. mediante hornos avanzados capaces de alcanzar temperaturas de fusión. La tecnología europea desarrolló hornos de fundición produciendo hierro dulce, evolucionando luego a diseños de alto horno que permitieron producción de hierro líquido. La Edad Media presenció avances metalúrgicos significativos incluyendo fuelles hidráulicos y técnicas mejoradas de preparación de mena. La Revolución Industrial catalizó métodos de producción masiva, con el proceso de aceración de Henry Bessemer en 1856 revolucionando la eficiencia del procesamiento de hierro. El entendimiento moderno se desarrolló mediante investigaciones del siglo XIX y XX sobre diagramas de fases, estructuras cristalinas y propiedades electrónicas, estableciendo fundamentos teóricos para diseño contemporáneo de aleaciones y optimización de procesos.
Conclusión
La posición única del hierro en la tabla periódica surge de su óptima estabilidad nuclear, química de oxidación diversa y versatilidad tecnológica excepcional. Su papel fundamental en nucleosíntesis estelar, sistemas biológicos y civilización humana subraya su importancia química más allá de su mera abundancia. Las direcciones futuras de investigación abarcan metalurgia avanzada de aceros, desarrollo de superconductores basados en hierro y metodologías sostenibles de producción que aborden preocupaciones ambientales. El entendimiento de su estructura electrónica, comportamiento de fases y química de coordinación continúa impulsando innovaciones en ciencia de materiales, catálisis y aplicaciones nanotecnológicas que moldearán avances tecnológicos en las próximas décadas.

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