| Elemento | |
|---|---|
53IYodo126.9044732
8 18 18 7 |
|
| Propiedades básicas | |
|---|---|
| Número atómico | 53 |
| Peso atómico | 126.904473 amu |
| Familia de elementos | Halógenos |
| Período | 5 |
| Grupo | 17 |
| Bloquear | p-block |
| año de descubrimiento | 1811 |
| Distribución de isótopos |
|---|
127I 100% |
| Propiedades físicas | |
|---|---|
| Densidad | 4.93 g/cm3 (STP) |
H (H) 8.988E-5 Meitnerio (Mt) 28 | |
| Fusión | 113.5 °C |
Helio (He) -272.2 Carbón (C) 3675 | |
| Ebullición | 184.4 °C |
Helio (He) -268.9 Tungsteno (W) 5927 | |
| Propiedades químicas | |
|---|---|
| Estados de oxidación (menos común) | -1, +1, +3, +5, +7 (+2, +4, +6) |
| Potencial de primera ionización | 10.451 eV |
Cesio (Cs) 3.894 Helio (He) 24.587 | |
| Afinidad electrónica | 3.059 eV |
Nobelio (No) -2.33 Cl (Cl) 3.612725 | |
| Electronegatividad | 2.66 |
Cesio (Cs) 0.79 F (F) 3.98 | |
| radio atómico | |
|---|---|
| Radio covalente | 1.33 Å |
H (H) 0.32 Francio (Fr) 2.6 | |
| Van der Waals radio | 1.98 Å |
H (H) 1.2 Francio (Fr) 3.48 | |
| Compuestos | ||
|---|---|---|
| Fórmula | Nombre | Estado de oxidación |
| KI | Yoduro de potasio | -1 |
| NaI | Yoduro de sodio | -1 |
| ICl | Monocloruro de yodo | +1 |
| C3H5I | Yodociclopropano | +1 |
| IO | Monóxido de yodo | +2 |
| IBr3 | Tribromuro de yodo | +3 |
| ICl3 | Tricloruro de yodo | +3 |
| IO2 | Dióxido de yodo | +4 |
| KIO3 | Yodato de potasio | +5 |
| HIO3 | Ácido yódico | +5 |
| IF7 | Heptafluoruro de yodo | +7 |
| HIO4 | Ácido periódico | +7 |
| Propiedades electrónicas | |
|---|---|
| Electrones por capa | 2, 8, 18, 18, 7 |
| Configuración electrónica | [Kr] 4d10 |
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Modelo atómico de Bohr
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Diagrama de caja orbital
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| electrones de valencia | 7 |
| Estructura de puntos de Lewis |
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| Visualización orbital | |
|---|---|
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| Electrones | - |
Yodo (I): Elemento de la Tabla Periódica
Resumen
El yodo (I, número atómico 53) representa el halógeno estable más pesado y exhibe características químicas únicas derivadas de su estructura electrónica [Kr]5s²4d¹⁰5p⁵. El elemento demuestra el punto de fusión más alto (114°C) y punto de ebullición (184°C) entre los halógenos debido a interacciones de Van der Waals pronunciadas. El yodo se manifiesta como un sólido semi-brillante de color violeta bajo condiciones estándar y forma moléculas diatómicas I₂ con el enlace interhalógeno más débil entre los halógenos estables. El elemento exhibe una electronegatividad de 2.66 en la escala de Pauling y demuestra propiedades semiconductoras distintivas con una banda prohibida de 1.3 eV. El yodo forma compuestos extensos en estados de oxidación que van desde -1 hasta +7, con particular relevancia en química de organoyodo y aplicaciones industriales incluyendo medios de contraste radiográfico y producción de ácido acético.
Introducción
El yodo ocupa la posición 53 en la tabla periódica como el cuarto miembro del grupo 17, situado debajo del flúor, cloro y bromo en la serie de los halógenos. La importancia del elemento se extiende desde principios químicos fundamentales hasta aplicaciones tecnológicas críticas. Descubierto en 1811 por el químico francés Bernard Courtois a partir de ceniza de algas, el yodo deriva su nombre de la palabra griega "iodes", que significa violeta, refiriéndose a su vapor característico. La estructura atómica del elemento, con siete electrones de valencia en su capa externa, impulsa su comportamiento químico como agente oxidante, aunque permanece siendo el más débil entre los halógenos estables. Las propiedades únicas del yodo, incluyendo su condición de halógeno monoisotópico y su excepcional capacidad de formar compuestos con casi todos los elementos excepto los gases nobles, establecen su importancia fundamental en química e industria.
Propiedades Físicas y Estructura Atómica
Parámetros Atómicos Fundamentales
El yodo posee el número atómico 53 con configuración electrónica [Kr]5s²4d¹⁰5p⁵, situándolo en el período 5 de la tabla periódica. El elemento exhibe un radio atómico de 140 pm, siendo el más grande entre los halógenos estables debido al aumento de repulsión electrónica y efectos de blindaje. La carga nuclear efectiva del yodo sufre una atenuación significativa por las capas electrónicas internas, contribuyendo a sus propiedades químicas distintivas. Los siete electrones de valencia ocupan la quinta capa, con cinco electrones en el orbital 5p creando un electrón no apareado que participa en enlaces químicos. Las energías sucesivas de ionización demuestran el carácter metálico del elemento comparado con los halógenos más ligeros, con una primera energía de ionización de 1008.4 kJ/mol. La afinidad electrónica del yodo de 295.2 kJ/mol representa la más baja entre los halógenos estables, reflejando la disminución de la atracción nuclear para electrones adicionales debido al aumento del radio atómico y blindaje electrónico.
Características Físicas Macroscópicas
El yodo se manifiesta como un sólido cristalino azul-negro brillante bajo condiciones estándar, adoptando una estructura cristalina ortorrómbica idéntica a la del cloro y bromo. El elemento exhibe una densidad de 4.933 g/cm³ a 20°C, significativamente superior a otros halógenos debido a su alta masa atómica de 126.904 u. Las propiedades térmicas demuestran tendencias pronunciadas características del grupo 17, con punto de fusión de 114°C y punto de ebullición de 184°C que representan los valores más altos entre halógenos estables. El calor de fusión mide 15.52 kJ/mol, mientras que el calor de vaporización alcanza 41.57 kJ/mol, ambos reflejando fuerzas intermoleculares fuertes. La capacidad calorífica específica de 0.145 J/(g·K) indica almacenamiento térmico relativamente bajo comparado con elementos más ligeros. El elemento exhibe comportamiento de sublimación distintivo, transitando directamente del estado sólido a fase de vapor violeta a temperatura ambiente y presión atmosférica, aunque contrario a la creencia popular, el yodo sí se funde cuando se calienta adecuadamente.
Propiedades Químicas y Reactividad
Estructura Electrónica y Comportamiento de Enlace
La reactividad química del yodo surge de su configuración electrónica, con un electrón no apareado en el orbital 5p que participa fácilmente en enlaces covalentes. El elemento forma moléculas diatómicas I₂ mediante enlace covalente, caracterizadas por una longitud de enlace I-I de 266.6 pm en fase gaseosa y 271.5 pm en forma cristalina sólida, representando uno de los enlaces simples más largos conocidos en química. Los estados de oxidación comunes varían desde -1 en compuestos yoduro hasta +7 en periodatos, con estados +1, +3 y +5 mostrando estabilidad significativa. La química de coordinación exhibe diversidad extensa, con el yodo funcionando como ácido y base de Lewis dependiendo del entorno molecular. El elemento demuestra polarizabilidad pronunciada debido a su nube electrónica grande, facilitando la formación de complejos de transferencia de carga e influyendo en coloración dependiente del solvente, desde violeta en solventes no polares hasta marrón en medios polares.
Propiedades Electroquímicas y Termodinámicas
Los valores de electronegatividad posicionan al yodo en 2.66 en la escala de Pauling, 2.21 en la escala de Mulliken y 2.5 en la escala de Allred-Rochow, representando la electronegatividad más baja entre los halógenos estables. Esta característica impulsa el comportamiento del yodo como el agente oxidante más débil en el grupo, con un potencial de reducción estándar E°(I₂/I⁻) = +0.535 V. Las energías sucesivas de ionización revelan una primera ionización de 1008.4 kJ/mol, segunda ionización de 1845.9 kJ/mol y tercera ionización de 3180 kJ/mol, mostrando requisitos energéticos crecientes para la eliminación de electrones. La afinidad electrónica de 295.2 kJ/mol indica una tendencia moderada a aceptar electrones, significativamente menor que en halógenos más ligeros. La estabilidad termodinámica de diversos compuestos de yodo refleja preferencias de estado de oxidación, con el yoduro (I⁻) actuando como el agente reductor más fuerte entre los iones haluro, oxidándose fácilmente de vuelta a yodo elemental bajo condiciones apropiadas.
Compuestos Químicos y Formación de Complejos
Compuestos Binarios y Terciarios
El yodo forma compuestos binarios con virtualmente todos los elementos excepto los gases nobles, demostrando una versatilidad notable en combinación química. El yoduro de hidrógeno (HI) representa el ácido haluro más fuerte, con solubilidad excepcional en agua que alcanza 425 L HI por L H₂O. El ácido yodhídrico comercial contiene 48-57% HI en masa y forma un azeótropo a 126.7°C. Los yoduros metálicos exhiben tendencias sistemáticas basadas en carga y tamaño del catión, con carácter iónico predominante en compuestos con metales electropositivos en estados de oxidación bajos. El yoduro de plata (AgI) demuestra insolubilidad extrema en agua (Ksp = 8.3 × 10⁻¹⁷), sirviendo como prueba cualitativa para presencia de yoduro. Los yoduros de tierras alcalinas presentan alta solubilidad en agua debido a ratios favorables de energía reticular a energía de hidratación. Los yoduros de metales de transición exhiben estados de oxidación variables y geometrías de coordinación, con ejemplos incluyendo TiI₄ (geometría tetraédrica), FeI₂ (estructura laminar) y ScI₃ (predominantemente iónico).
Química de Coordinación y Compuestos Organometálicos
Los complejos de coordinación del yodo abarcan una diversidad de motivos estructurales y estados de oxidación. Los complejos de yodo(III) adoptan geometrías piramidales cuadradas según la teoría VSEPR, mientras que los compuestos de yodo(V) demuestran arreglos octaédricos. Los aniones poliyoduro como I₃⁻, I₅⁻ y I₇⁻ se forman mediante adición secuencial de moléculas I₂ al yoduro, estabilizados por delocalización de carga y enlaces de hidrógeno en solventes apropiados. Los complejos de transferencia de carga surgen de la densidad electrónica polarizable del yodo, ejemplificados por complejos I₂-almidón que producen coloración azul característica. Los compuestos interhalógenos demuestran la capacidad del yodo para formar enlaces estables con otros halógenos, incluyendo ICl, IBr, IF₃, IF₅ y el excepcional IF₇, que representa el número de coordinación más alto alcanzado por cualquier halógeno. Estos compuestos exhiben geometrías moleculares diversas determinadas por la teoría VSEPR y demuestran aplicaciones en reacciones de halogenación selectivas.
Ocurrencia Natural y Análisis Isotópico
Distribución Geoquímica y Abundancia
El yodo exhibe una abundancia en la corteza de aproximadamente 0.45 ppm, siendo el elemento 62 más abundante en la corteza terrestre. Su comportamiento geoquímico refleja sus propiedades químicas, con ocurrencia concentrada en depósitos sedimentarios, particularmente aquellos asociados a ambientes marinos antiguos. El agua de mar contiene yodo disuelto en concentraciones promedio de 0.064 ppm, principalmente como yodato (IO₃⁻) en aguas oxigenadas y yoduro (I⁻) en ambientes reductores. La concentración biogénica ocurre en algas marinas, especialmente en laminariales que pueden concentrar yodo hasta 30,000 veces los niveles del agua de mar. La extracción industrial se enfoca en depósitos de nitrato chilenos (caliche), donde el yodo ocurre como yodato de sodio, y pozos japoneses de salmuera asociados a extracción de gas natural. Fuentes secundarias incluyen salmueras procesadas de producción de petróleo y gas, donde el yodo se concentra mediante procesos geológicos.
Propiedades Nucleares y Composición Isotópica
El yodo muestra características nucleares únicas como elemento monoisotópico y mononuclídico, con ¹²⁷I representando el único isótopo natural. Este isótopo exhibe espín nuclear I = 5/2 y momento magnético μ = +2.813 magnetones nucleares, haciéndolo valioso para aplicaciones de resonancia magnética nuclear. La masa atómica de 126.90447 u representa una constante de la naturaleza precisamente conocida debido al carácter monoisotópico del elemento. Entre los 40 isótopos radiactivos conocidos, ¹²⁵I (vida media 59.4 días) y ¹³¹I (vida media 8.02 días) demuestran relevancia particular en aplicaciones médicas. Las secciones eficaces de activación neutrónica para ¹²⁷I miden 6.2 barnes para neutrones térmicos, permitiendo la producción de isótopos radiactivos para investigación y aplicaciones médicas. Las vías de decaimiento nuclear incluyen decaimiento beta-menos para isótopos ricos en neutrones y decaimiento beta-más o captura electrónica para especies pobres en neutrones, con varios isótopos exhibiendo estados isoméricos accesibles mediante bombardeo gamma.
Producción Industrial y Aplicaciones Tecnológicas
Metodologías de Extracción y Purificación
La producción industrial de yodo depende principalmente de dos fuentes: procesamiento de mineral de nitrato chileno y extracción de salmueras japonesas asociadas a pozos de gas natural. Las operaciones chilenas implican lixiviación de depósitos de caliche con agua para disolver yodato de sodio, seguido de reducción con bisulfito de sodio para producir yodo elemental según la reacción: IO₃⁻ + 3HSO₃⁻ → I⁻ + 3HSO₄⁻, luego I⁻ + 5IO₃⁻ + 6H⁺ → 3I₂ + 3H₂O. Los procesos japoneses utilizan salmueras subterráneas conteniendo hasta 100 ppm de yoduro, empleando oxidación con gas cloro: 2I⁻ + Cl₂ → I₂ + 2Cl⁻. La purificación implica sublimación del yodo crudo, explotando las características favorables de presión de vapor del elemento. La producción global alcanza aproximadamente 32,000 toneladas métricas anuales, con Chile contribuyendo 60% y Japón 30% de la producción mundial. Las consideraciones económicas incluyen costos energéticos para purificación por sublimación y regulaciones ambientales que rigen emisiones de halógenos.
Aplicaciones Tecnológicas y Perspectivas Futuras
Las aplicaciones tecnológicas del yodo explotan sus propiedades químicas y físicas únicas en diversos sectores industriales. Los medios de contraste radiográfico representan la aplicación más grande, consumiendo aproximadamente 15,000 toneladas métricas anuales en compuestos como el diatrizoato y el iohexol, que mejoran el contraste de imágenes de rayos X debido al alto número atómico del yodo y su coeficiente de absorción de rayos X. Las aplicaciones catalíticas incluyen el proceso Cativa para producción de ácido acético, donde promotores de yodo mejoran la eficiencia del catalizador de rodio en reacciones de carbonilación de metanol. Las aplicaciones farmacéuticas abarcan formulaciones antisépticas, síntesis de hormonas tiroideas y sistemas especializados de entrega de medicamentos. Tecnologías emergentes incluyen baterías de estado sólido utilizando cátodos de yodo, películas polarizantes para pantallas de cristal líquido y materiales avanzados incorporando compuestos de yodo hipervalentes para transformaciones orgánicas selectivas. Los desarrollos futuros se enfocan en métodos de extracción sostenibles, tecnologías de reciclaje y aplicaciones novedosas en almacenamiento de energía y procesos de manufactura avanzada.
Desarrollo Histórico y Descubrimiento
El descubrimiento del yodo se remonta a 1811 cuando el químico francés Bernard Courtois observó vapores violetas mientras procesaba ceniza de algas para producción de salitre durante las Guerras Napoleónicas. Courtois notó que el ácido sulfúrico añadido a residuos de ceniza de algas producía humos violetas que cristalizaban en superficies frías. El reconocimiento como nuevo elemento ocurrió mediante investigaciones de Joseph Louis Gay-Lussac y Humphry Davy, quienes caracterizaron independientemente sus propiedades y confirmaron su naturaleza elemental. Gay-Lussac nombró al elemento "iode" derivado del griego "iodes" (violeta) en 1813. Las investigaciones químicas iniciales revelaron la relación del yodo con el cloro mediante formación de compuestos análogos y comportamiento químico similar. El siglo XIX presenció exploración sistemática de la química del yodo, incluyendo descubrimiento de varios estados de oxidación y compuestos interhalógenos. La identificación en 1873 por Casimir Davaine de las propiedades antisépticas del yodo inició sus aplicaciones médicas. La producción industrial comenzó con procesamiento de nitrato chileno en principios del siglo XX, seguido por técnicas de extracción de salmueras japonesas desarrolladas a mediados del siglo. La comprensión moderna abarca química de coordinación sofisticada, compuestos organometálicos y aplicaciones tecnológicas avanzadas que continúan expandiendo la importancia del yodo en la química contemporánea e industria.
Conclusión
El yodo ocupa una posición distintiva entre los halógenos, combinando principios químicos fundamentales con aplicaciones tecnológicas extensas. Sus propiedades únicas—incluyendo los puntos de fusión y ebullición más altos entre halógenos estables, comportamiento semiconductor distinto y polarizabilidad excepcional—reflejan su estructura electrónica subyacente e interacciones intermoleculares. La química versátil del elemento en diversos estados de oxidación, desde -1 hasta +7, permite formar compuestos con aplicaciones que van desde hormonas tiroideas esenciales para la vida hasta catalizadores industriales avanzados. Las direcciones actuales de investigación enfatizan métodos de producción sostenibles, complejos de coordinación novedosos y aplicaciones emergentes en tecnologías de almacenamiento de energía. Los desarrollos futuros probablemente expandan el rol del yodo en ciencia de materiales avanzados, química farmacéutica y remediación ambiental, manteniendo su relevancia en química fundamental e innovación tecnológica.

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